6 errores que cometen los viajeros novatos en Europa

Compartimos seis errores comunes que cometen los turistas novatos que viajan a Europa.

Si estás pensando en hacer un viaje al viejo continente pronto o has pasado por alguna de estas situaciones, esto te interesa.

1. Tomar el taxi del aeropuerto

Taxis del aeropuerto

Como casi todo en Europa, los taxis son relativamente caros. En América Latina, la mayoría de los trayectos en taxi desde el aeropuerto hasta algún punto dentro de la ciudad difícilmente supera los $20 dólares. No obstante, en Europa, sobre todo considerando que la gran mayoría de los aeropuertos se encuentran a las afueras de las ciudades, frecuentemente la tarifa sobrepasa los €40 euros, sobre todo en países más caros como Holanda, Alemania, Francia, Dinamarca, etc.

Pero estos €40 euros son el precio establecido. Lo que hay que saber es que muchas veces los taxistas estafan a los turistas alterando la tarifa. Es que ocurre en toda Europa, aunque algunas ciudades tienen peor fama en este aspecto que otras, como Budapest y Praga.

¿Qué alternativa hay? Usar el transporte público. Prácticamente todos los aeropuertos europeos están bien comunicados con la ciudad por medio de la red de transporte público, ya sea tren o autobús. Además, es mucho más económico. El único posible inconveniente si lo comparamos con el taxi es que puede ser un poco más demorado. Aun así, en términos de precio, vale la pena.

Si, por alguna razón (p. ej. aterrizamos después de la media noche) no podemos usar el transporte público, recomiendo verificar de antemano la tarifa aproximada que deberíamos pagar por el viaje en taxi que pensamos realizar. Para ello, recomendamos la siguiente página Taxi Calculator.

2. Comer en el primer restaurante que ven (sobre todo en el centro histórico)

Bar turístico en Croacia

En enero de este año surgió la noticia de un grupo de turistas japoneses que tuvieron que pagar más de €1000 euros por una comida sencilla en un restaurante en el centro de Venecia. Lo peor es que este no ha sido el único caso, aunque quizás sí uno de los más escandalosos.

Desafortunadamente, en ciertas ciudades de Europa es común encontrar bares o restaurantes que realizan este tipo de prácticas abusivas contra los turistas. Praga, Roma y Venecia son algunas ciudades en las que más ocurre este tipo de situaciones, de acuerdo con lo que nosotros hemos leído y escuchado.

Si bien siempre podemos presentar una denuncia, es mejor evitar siquiera vernos en este tipo de situaciones, por lo que nuestra recomendación es, en primer lugar, evitar comer alrededor de puntos turísticos (p. ej. una iglesia famosa, la plaza principal, etc.) y, si decidimos hacerlo, revisar bien los precios del menú. Por otra parte, buscar con antelación buenos lugares donde comer en sitios como TripAdvisor o los reviews de Google Maps.

PUNTO ADICIONAL: Hay que tener en cuenta que en ciertos países, como Portugal e Italia, el pan que se coloca en la mesa no está incluido en la cuenta, al igual que cualquier otra guarnición no especificada en el menú. Por otra parte, en algunos lugares, particularmente cafés turísticos, los meseros podrán ofrecernos agua al tomar nuestra orden. En nuestra experiencia, esta agua muchas veces es un agua «especial» (cara) y solamente una manera de sacar dinero a los turistas novatos.

3. Comprar los boletos en el último momento

El mejor momento para comprar nuestros boletos a Europa es aproximadamente 3 meses antes de la fecha del vuelo. Comprarlos una o dos semanas antes puede ser demasiado tarde (a menos que tengamos mucho dinero). Para saber más sobre cómo encontrar vuelos baratos, sigue el siguiente link.

Para los viajes dentro de Europa: Las aerolíneas low-cost europeas, a diferencia de las que hay en América, realmente son baratas. No obstante, no debemos confiarnos y comprar los boletos hasta último momento, pues como son económicas así también elevan sus precios exponencialmente conforme la fecha del vuelo se acerca, pudiendo llegar a rebasar el costo del boleto con una aerolínea tradicional. Esto sin considerar que hay casi cientos de tarifas ocultas (equipaje documentado, equipaje de mano grande, reserva de asientos) que también van aumentando gradualmente.

De igual forma, si viajamos en tren o autobús de larga distancia, sobre todo en época vacacional, es mejor comprar nuestros con un poco de antelación, pues podríamos vernos en la situación de llegar a la estación y ver que todos los asientos están reservados.

4. No contratar un seguro de viaje

Como lo mencionamos en un post anterior, el seguro de viaje es un artículo muy importante que muchos viajeros ignoran o ni siquiera saben que existe.

Los ciudadanos de la UE pueden ser atendidos en los hospitales públicos de otros países miembros de la Unión presentando su tarjeta sanitaria. No obstante, los turistas que otros países tendrán que acudir a un hospital privado en caso de enfermedad o accidente. Si bien en algunos países la atención médica es menos costosa que en otros, tener que pagar un tratamiento de urgencia es algo que no se prevee en el presupuesto inicial de ningún viaje… a menos que contemos con un seguro de viaje. Si estamos asegurados, nos quitamos varias preocupaciones de la mente. Y no sólo estamos protegidos en cuestiones de salud, pues la mayoría de los seguros ofrecen asistencia también durante nuestro vuelo en caso de demora o pérdida de equipaje, extravío de documentos, entre muchas otras cosas.

5. Olvidar conseguir adaptadores eléctricos

Los enchufes eléctricos usados en Europa son diferentes de los de América (Norte y Sur). En aquél continente usan la conexión tipo C (ver imagen). Por lo tanto, es muy importante que consigamos un adaptador antes de viajar. No obstante, a menos que viajemos a un pueblo pequeño, no tendremos problemas para encontrar tiendas que vendan adaptadores universales ya en Europa. Solamente recomendamos evitar las tiendas para turistas o a los vendedores ambulantes, pues suelen manejar precios muy altos.

NOTA: los cargadores de celular, laptop y tablet aceptan diferentes tipos de voltaje y frecuencia, por lo que bastará con el adaptador para poder cargar nuestros dispositivos. Sin embargo, otros aparatos como secadoras de pelo, planchas y cargadores de baterías no suelen ser tan versátiles, por lo que además del adaptador necesitaremos un convertidor de voltaje y frecuencia.

Prácticamente todos los países de Europa manejan un voltaje (diferencia de potencial) de 220 V y una frecuencia de 50 Hz. Si nuestros aparatos eléctricos funcionan con estos mismos valores, únicamente necesitaremos un adaptador, de lo contrario, deberemos también usar un convertidor.

No obstante, recomendamos no comprar convertidores a menos que sea de verdad indispensable, pues pueden ser costosos y generalmente son muy pesados.

6. No salir de la zona turística

Turistas en Europa. Visitar Europa

Está relacionado con el segundo punto y es algo que hemos mencionado ya en nuestro post sobre cómo ahorrar durante nuestros viajes. Las zonas turísticas (ya sea centro histórico, zona hotelera, playa, etc.) son siempre más caras.

Además, muchas veces no nos muestran la verdadera esencia del lugar que visitamos. Si salimos por un momento de estas zonas comenzaremos a ver a más gente local y encontraremos mejores precios. Encontraremos también lugares menos abarrotados por turistas y más auténticos.

La única precaución que hay que tener al hacer esto es asegurarnos de que la zona en la que estamos no es peligrosa. Hablar el idioma local, por lo menos las frases más básicas (saludos, pedir ayuda, agradecer), hará nuestra experiencia más fácil.

 

¿Has cometido alguno de estos errores?

Si viajar por primera vez a Europa y quisieras más recomendaciones, escríbenos.

 

 

 

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