Budapest ha sido nombrada el mejor destino turístico en Europa para el año 2019 por la organización European Best Destinations. La capital húngara cuenta con una oferta cultural, gastronómica y de ocio envidiable y en los últimos años se ha consolidado como una de las ciudades más atractivas para visitar en la región de Europa Central.
Las razones que hacen a Budapest una visita obligada son muchas: su centro histórico, con vistas asombrosas desde ambas orillas del Danubio; los baños termales, la vida nocturna y la gastronomía local. Además, es un destino económico para estándares europeos. Esto último ha hecho que sea un destino particularmente atractivo para viajeros jóvenes en busca de aventuras y estudiantes de intercambio.
En este post te damos algunas recomendaciones de cosas qué hacer y lugares que visitar si planeas visitar Budapest, al mismo tiempo que te prevenimos de ciertas cosas para evitar un mal tiempo.
Caminar junto al Danubio
Todo el mundo, tanto locales como foráneos, estáran de acuerdo con que algo que en verdad hace única a Budapest son los paisajes que ofrece junto al Danubio.
Del lado de Buda vemos el castillo, la iglesia de Matías (Mátyás templom), el bastión de los pescadores, el monte Gellért, entre otros imponentes edificios y monumentos. Ya del lado de Pest destacan el Parlamento (uno de los dos edificios más altos de Hungría) y la plaza Kossuth Lajos.
Si tienes pocos días o sólo algunas horas en Budapest, basta con dar un recorrido por el cause del Danubio para ver lo esencial de esta ciudad. Recomendamos tomar el tranvía 2 desde Jászai Mari tér, que precisamente sigue el cause del Danubio de norte a sur, hasta Fővam tér o Zsíl utca, donde termina lo interesante.
Asímismo, los puentes que conectan a ambos lados de la ciudad, como el Puente de las Cadenas (Lánchíd) y el Puente de la Libertad (Szabadság híd) son imponentes y merece la pena cruzarlos a pie.
Tip adicional: Hay un servicio de transpote público fluvial que cruza el río en diversos puntos (rutas D2, D11 y D12). Es gratis si se cuenta con cualquier pase o abono de BKK (24 horas, 7, 15 o 3 días o el pase 5/30). En invierno el servicio es reducido y solamente recorre el centro. En verano, vale la pena tomarlo hasta Rómaifürdö y pasar la tarde allá.
Visitar los baños termales
Como mencionamos más arriba, es uno de los principales atractivos de Budapest. Estos baños usan el agua que brota naturalmente de diferentes manantiales ubicados por toda la ciudad. Las piscinas suelen ser cerradas, aunque hay también algunas abiertas. El agua está a diferentes temperaturas, aunque generalmente entre los 30 y 40 grados centígrados. Suele haber también servicio de spa.
Si bien hay numerosos balnearios en Budapest, la gran mayoría de los turistas eligen los baños Széchenyi o Gellért, que si bien son los más grandes y emblemáticos, muchas veces acaban estando abarrotados y son bastante caros.
Para pasar un verdadero momento relajante, lejos del ruido y caos de los turistas, recomendamos los baños Lukács y Veli Bej. Se encuentran uno junto al otro, del lado de Buda, cerca de Margit híd. Las instalaciones no son tan impresionantes como en Széchenyi, pero cuentan con lo necesario y la entrada cuesta casi la mitad del precio.
Tip adicional: Algunos balnearios, como Rudas, son segregados (hombres y mujeres por separado). Otros exigen llevar gorro de baño.
Probar la comida local
La gastronomía húngara se distingue por el uso recurrente de ingredientes como el paprika, la cebolla y una gran variedad de especias.
El gulyásleves sea quizás el plato más conocido y solicitado por los turistas que visitan la ciudad. No obstante, hay muchos otros platillos que todo el que visite Budapest debería probar al menos una vez, como el pörkölt, csirkepaprikás, Jókai bableves, székelykáposzta, entre otros.
La repostería húngara no se queda atrás. Destacamos la Eszterházy torta, Dobos torta, zserbó, somlói galuska y los szaloncukor en época navideña, aunque la oferta es mucho mayor. Podemos encontrar estos pastelillos en las numerosas pastelerías (cukrázda en húngaro) de la ciudad. Entre nuestras favoritas están Auguszt cukrászda y Central Káveház, ambas cerca de Ferenciek tere. Para algo un poco diferente, recomendamos la cadena Cafe Frei, que cuenta con una gran variedad de estilos de café, inspirados en recetas de todo el mundo.
Dos cosas a considerar antes de comer en Budapest: los meseros húngaros no destacan por su amabilidad y buen humor. Es común encontrarnos en sitios como Tripadvisor malas reseñas de restaurantes húngaros que mencionan haber recibido un mal servicio. Por otra parte, recomendamos no comer en Váci utca, que, si bien es una de las calles más turísticas y pintorescas del centro de la ciudad, muchas veces los negocios manejan precios inflados y la comida deja mucho que desear.
Salir de la ciudad
Si bien la mayoría de los atractivos de la ciudad se encuentran en el centro, hay muchos lugares en la periferia e incluso fuera de la ciudad que valen mucho la pena.
Szentendre es la opción más popular. Se trata de un pueblito al norte de Budapest, con un colorido centro histórico y una vibra que muchos describen como «mediterránea». Es mejor visitar en verano, pues se organizan numerosos festivales y, además, buena parte de los negocios cierran pasada la temporada alta. Se puede llegar tomando el trén de cercanías (Hév) 5, que sale de Batthány tér.
En segundo lugar tenemos Zugliget, ubicado en las colinas de Buda. El atractivo principal es el telesilla, que nos lleva a la parte alta del parque. Una vez ahí, podemos subir al mirador de Jánoshegy, la colina más alta de Budapest, y ver la ciudad desde lo alto. Se puede llegar a la terminal baja del telesilla por medio del autobús 291, que para en Nyugati pályaudvar.
Finalmente, para los amantes de los palacios, recomendamos Gödöllő, un pueblo al este de Budapest, que aloja el que sería el palacio imperial de los Habsburgo en Hungría. Este palacio fungió como un asilo para ancianos durante el socialismo y apenas recientemente comenzaron los esfuerzos para renovarlo, por lo que solamente se puede visitar una parte que, además, cuenta con muy poco mobiliario original. No obstante, es una experiencia interesante. Se puede llegar a Gödöllő tomando el Hév 8.
Explorar la vida nocturna
Hungría es uno de los países que más consumen alcohol. Por esta razón, en Budapest encontramos una oferta enorme de bares, cantinas (kocsmák) y todo tipo de lugares donde tomarnos unas copas.
En primer lugar están los famosísimos bares de ruinas o Ruin pubs, que en los últimos años se han convertido en una atracción turística más y han perdido un poco de su encanto, sobre todo los más populares como Szimpla Kert. No obstante, si buscas un ambiente internacional, donde puedas conocer gente de todo el mundo y no te importe pagar un poco más, esta clase de lugares es para ti. Podrían interesarte también Doboz, Ötkert y el decadente Morrison’s. Todos estos cuentan también con pistas de baile.
Es importante saber que la «zona de los bares» en Budapest es prácticamente todo el Barrio Judío, detrás de la gran sinagoga. Sólo basta con caminar por ahí una noche de fin de semana para darse cuenta que ahí es donde está toda la acción.
Por otra parte, si lo tuyo es la escena underground y prefieres mantenerte al margen de las masas de turistas, podrías explorar cerca de Corvin negyed o del lado de Buda, donde seguramente habrá más locales y los precios están menos inflados. Cuanto más te alejes del centro, mejor.
Tip adicional: prueba el pálinka, fröccs (vino con agua gaseosa) y Unicum. El alcohol en Hungría es muy barato.