El precio del combustible de avión se ha elevado en un 50% en el último año, por lo que un aumento en el precio de los boletos de avión es inminente.

La pregunta es: ¿cómo responderán las aeorlíneas ante esto?

La IATA ha indicado que las ganancias totales de las aerolíneas serán 12% menores de lo que se pronosticaba en diciembre, y se calcula que rondarán los $33,8 mil millones de dólares. Asimismo, se estima que las tarifas aumentarán en 3.2% este año.

Delta Airlines, la aerolínea más grande del mundo,  ha comunicado esta semana a sus inversores que tomará medidas a partir del siguiente mes, para los vuelos de otoño, cuando la demanda es menor.

En épocas anteriores en que el precio del petróleo ha sido elevado, las aerolíneas han manejado tasas de combustible para compensar este costo. Si bien en la actualidad una buena parte de las compañías aéreas aún incluyen este cargo en el precio de sus boletos, estos son pequeños a comparación con los de otros tiempos. No obstante, si el precio del pretóleo continúa a la alza, podremos ver cómo estas tasas aumentan.

Otras compañías podrán responder reduciendo su capacidad o acelerando la introducción de nuevos modelos de avión, como el Boeing 737 MAX, que consumen considerablemente menos combustible.

En lo que varios expertos coinciden, es que, a menos que ocurra una caída en los precios de los combustibles, veremos los cambios más drásticos a partir del otoño; estos, de ocurrir, afectarán principalmente a los pasajeros de vuelos internacionales, desde o hacia aeropuertos pequeños y a los viajeros de las clases business y premium economy. De acuerdo con Patrick Surry para el NYT «Este verano podría ser el último que veamos vuelos transatlánticos económicos».

Fuente: Reuters y NYT.